Las alfombras enriquecen la decoración, aportan calidez y estilo, ayudan a estructurar el espacio y lo más importante es que son muy bonitas. Si no tienes claro qué tipo de alfombra poner y cómo debe de ser para que quede bien en tu casa, estos son algunas cosas que debes tener en cuenta a la hora de elegir una alfombra.

Lo básico es que se adapten a las dimensiones del espacio a cubrir y no al revés y los modelos a medida llevan las de ganar. Es preferible ser generoso a quedarse cortos. Por ejemplo, en un salón, si en la alfombra entran todos los muebles que componen la zona de estar, aumenta la sensación de amplitud. Y viceversa.

Usualmente las alfombras son rectangular pero, las redondas y las de formas irregulares se llevan mucho y dan mucha originalidad a los espacios. Además, en ese caso no tienes que preocuparte tanto de las dimensiones.

No solo funcionan como elemento decorativo. También resultan perfectas aliadas para estructurar visual y conceptualmente el espacio y determinar las diferentes funciones de una habitación. Aprovecha este recurso para organizar cada espacio de tu hogar.

Recuerda que el estilo es tuyo, si no quieres arriesgarte con el diseño o si tu decoración ya es intensa, puedes disminuirla con una alfombra de color liso. Acertarás seguro. 

Nosotros te recomendamos optar por modelos llamativos, de diseño original e innovador que pongan el toque especial que faltaba.

No te olvides de la calidad. La materia prima es fundamental. Puedes elegir entre fibra, algodón y, lo más habitual, de lana. Son extraordinarias las mezclas de materia prima. Las mejores alfombras son las tejidas a mano y la cantidad de nudos es lo que la convierte en una pieza de calidad. Revisa siempre las orillas (remates) y los flecos si los tiene. Que esté bien rematada, para brindarte la seguridad de que no se va a deshilar.

‘‘La belleza comienza con la decisión de ser uno mismo’’

-Coco Chanel

Hay que valorar muchos factores a la hora de elegir una alfombra. Apunta estas pistas para no equivocarte.